domingo, 16 de agosto de 2009

Edipo rey -Pier Paolo Pasolini- (1967)


Dijo la esfinge: "Va a cuatro patas por la mañana,


camina erguido al mediodía


y utiliza tres pies al atardecer,


¿Que cosa es?"




Y Edipo respondió: "el hombre"








Sófocles escribió ésta obra mitológica en la que Edipo, príncipe de Tebas e hijo de Layo y Yocasta, es abandonado por sus padres tras saber éstos por medio del Oráculo de Delfos que al crecer, Edipo mataría al padre para casarse con su madre. Layo manda matar al hijo a uno de sus súbditos, pero el hombre no fue capaz y lo dejó abandonado tras perforarle los pies y dejarlo colgado de un árbol. Al cabo del tiempo un pastor encontró al bebé y se lo llevó a Peribea que le acogió como a un hijo. Pero cuando creció, Edipo sin saberlo se encuentra con su padre, lo mata y se casa con su madre. Al descubrir la verdad se saca los ojos.




El padre del psicoanálisis acogió ésta obra de Sófocles como ejemplo de lo que ciertamente ocurre (no literalmente claro) en las relaciones paterno-filiales.




¿Porqué nos atrae una sola persona de entre una gran variedad de ellas? ¿Qué tiene ese hombre/mujer que no tiene aquel otro?...


Puede caber la posibilidad de que nos atraigan personas opuestas a nosotros, personas que en cierto sentido nos otorgan aquello que no poseemos, por lo que la búsqueda de una pareja podría perseguir el objetivo de encontrar en otra persona nuestras propias carencias. Platón hablaba de ello en "El banquete", refiriéndose a una media naranja que cada cual busca.




Otra hipótesis que se podría barajar es el hecho de que al estar determinados por nuestro entorno y nuestras circunstancias, como decía Ortega, nos atraiga alguien cuyas características, virtudes y defectos, hemos observado ya en una figura paterna o materna. Al fin y al cabo nos sentimos identificados y amamos a aquellos que han formado parte de nuestro entorno más próximo, por lo que sería interesante hablar de la teoría edipica Freudiana, el conocido complejo de Edipo en el hombre y complejo de Electra en la mujer. Tal vez en nuestro inconsciente reposa la idea de encontrar a alguien con características similares a la figura amada e idealizada en la infancia: la figura del padre o la madre, que es sustituida por una persona con características similares, otro hombre o mujer a los cuales deseamos sin saber que nos hemos enamorado por el hecho de que, de forma totalmente inconsciente, constituye el referente materno o paterno.




"¡Qué locura! ¿Yo amar a mi madre?" se preguntarán algunos como ya lo hizo Robert de Niro en una terapia peligrosa: "¿insinuas que quiero follarme a mi madre? ¿tu has visto a mi madre?..." "Desde que me dijiste eso no puedo ni siquiera llamarla...que asco." Es buenísimo Robert de Niro interpretando a un gánster con ataques de pánico...pero bueno, ya comentaré otro día esa película tan genial.




Yo realmente, no se mucho, no puedo explicar con claridad mucho más de ésto de lo que todos ya sabréis, todos conoceréis ésta famosa teoría que horroriza a medio mundo. Lo que sí puedo decir, es que a mi parecer y desde mi propia experiencia, el referente paterno y materno es casi lo único significativo a la hora de buscar pareja. Nadie puede negar que busca algo de lo que ve en su progenitor. Y que curioso que Sófocles ya en aquella época, en cierto modo se hubiera dado cuenta de éste hecho.








martes, 11 de agosto de 2009

Al Este del Edén -Elia Kazan- (1955)


No hace mucho vi esta película protagonizada por James Dean, la primera de sus tres películas. La segunda es "Rebelde sin causa" y la tercera...creo recordar que "Gigante". Murió sin ver el estreno de las dos últimas tras un accidente con su nuevo deportivo del cual curiosamente le habian comentado ese día: "Jimmy, presiento que algo malo te ocurrirá en ese coche..." El chico ya había tenido alguna que otra caída con su moto durante el rodaje de Al este del edén. No parecía un jóven demasiado centrado, y su aspecto desenfadado y su expresion pasota, a mi parecer, muestran a un chico algo infeliz y perdido, vamos que el papel de Jimmy Stark en Rebelde sin causa le viene como anillo al dedo.

Bueno, volvamos al este del edén. Dos hermanos que en su fuero interno se odian y luchan por el absoluto amor paterno. Cal (James Dean) hace lo imposible por destronar a su hermano y conseguir el afecto de su padre, pero el padre parece tener ojos solo para su hermano Adam (Raymond Massey). Los hijos del progenitor, son fruto de un amor perdido, una madre que abandona a su familia por no soportar "tanta pureza y moralidad" en su marido. El padre hizo creer a los hijos que ella murió, pero Cal sabe que no es cierto y la busca hasta encontrarla.

El jóven Cal, se desmorona al ver que cada vez que intenta agradar al padre éste considera que no es suficiente o desprecia el detalle y ante la furia por ello lleva a su hermano Adam a conocer a la madre que siempre creyó muerta al nacer ellos, dejándo a Adam tan trastornado que se alista en la guerra y se vuelve loco. Al ver a su hijo loco, el padre sufre un infarto cerebral (creo recordar) y le pide a Cal que sea él el unico que le cuide. Entonces Cal se sienta frente al padre, más feliz que nunca porque al fin le habia pedido su compañía antes que cualquier otra...


Al fin y al cabo la cinta no es más que la expresión de un deseo exclusivo del amor del padre, un amor por el que a mi parecer, compiten todos los hermanos inevitablemente... pero que en ésta historia en particular ese deseo es más intenso por el rechazo del padre hacia Cal por ser el rebelde de los dos hermanos

Cyrano de Bergerac


"Hablábamos de un beso...sí...la palabra es dulce...

¿En realidad un beso que expresa?

Un juramento cercano,

una promesa sellada,

un amor que se quiere confirmar,

un acento invisible sobre el verbo amar,

un secreto que confunde la boca con las orejas,

un instante infinito,

un murmullo de abejas,

un sabor dulcísimo,

una comunión,

una nueva forma de abrir el corazón,

de degustar...al borde de los labios...el alma..."