miércoles, 30 de marzo de 2011

A mi madre

Un alegre canturreo bajo el manto del hogar,

melodía que feliz danza por cada rincón.

Sonrisas y caricias me dedicas al pasar, y es que

la vida es más dulce si escucha tu canción.


Hablas con estilo y gracia,

sonríes espontánea y divertida,

caminas con especial elegancia,

le das un mejor sabor a mi vida.


Mujer sensible y cariñosa

mujer de adorable sencillez,

maravillosa madre y esposa;

Mujer, auténtica mujer.

lunes, 28 de marzo de 2011

Colmenero Antequerano (A mi padre)


Colmenero Antequerano,

en tu tarea afanado,

que engañando a las abejas,

consigues el dulce manjar

que con esfuerzo han labrado.


Con tenacidad y sudor

caminas de colmena en colmena

y las abejas baten furiosas

sus alas y cantan su pena.


Colmenero que bajo el manto

del cielo y de las abejas

alcanzas con brazo furtivo

los panales que ellas dejan.


Y después, tras un arduo trabajo,

luchando contra esas abejas

degustan los labios la dulzura

que tú, colmenero, nos dejas…

jueves, 24 de marzo de 2011

La mujer

Un crucigrama sin resolver,

un laberinto sin salida,

interrogaciones que flotan por doquier,

una intención incomprendida.


Palabras dulces y sabrosas,

miradas al borde del desconcierto;

ternura y pasión impetuosas y

el camino nunca satisfecho.


La mujer no es sin el hombre.

Sin remedio se ve supeditada

y es el deseo de él

lo que la tiene atrapada.


Para los poetas, poesía.

Un misterioso verso.

En ocasiones melancolía

donde se esconde un secreto.


Saber que quiere lo ignora.

No se sumerge en lo trivial

y su mirada vuela soñadora,

buscando la auténtica verdad.

domingo, 20 de marzo de 2011

París


No sé que tendrá París que no tenga otra ciudad,

por más atardeceres que he visto es el suyo el que me hace suspirar.


Montmartre posee un misterio que no puedo descifrar,

sus calles me evocan sentimientos que apenas puedo explicar.


A orillas del río Sena contemplo a las gentes del lugar

y bajo el cielo naranja y azulado mis sueños se lanzan a volar.


Me siento bajo el manto de Sacre Coeur e hipnotizada contemplo la ciudad,

mientras mis labios acarician la cerveza, que sabe mejor en aquél lugar.


Oscar Wilde, Edith Piaf, del cementerio recorren los rincones;

Pére-Lachaise inunda mi corazón con el eco de sus rimas y canciones.


La Concordia bajo las pinceladas del atardecer parisino;

la torre Eiffel a lo lejos y el arco triunfante al final del camino.


No sé que tendrá París, pero me ha dejado sin razón,

el misterio y belleza de la ciudad me han robado el corazón...

lunes, 14 de marzo de 2011

Ser poeta

Escribo versos y me pregunto: ¿soy poeta? ¿Puedo atreverme a decirlo?
A veces cuando leo mis poemas una y otra vez me digo a mi misma: “poesía barata, no eres poeta”.
Leo mis versos otra vez y pienso: “no está mal, pero dista mucho de ser un poema de verdadera calidad”. Pero cada noche, cuando el silencio reina en mi habitación y me embarga un sentimiento inexplicable que me lanza a escribir y escribir durante horas, es cuando me siento poeta. Es en ese momento en el que reina la tranquilidad, en el que no se escucha apenas el motor de un coche que pasa por la calle, un gato que deja escapar su maullido de lamento o el quejido de una puerta que expresa su vejez… cuando estoy yo sola conmigo y delante de mí el papel, en ese preciso instante siento que soy poeta. Porque no me siento más feliz que cuando trato de escribir unos versos que expresen mi interior o tal vez un fragmento prosaico que, como ahora, trate de explicar lo que habita en mi…

Considero que no es poeta solo el que escribe magníficos versos, de esos que hacen lanzar un suspiro y hacen que la piel se erice. Un poema de esos que te dejan con la boca abierta sin tener nada que decir porque lo más bello del mundo lo ha dicho ya ese gran poeta con preciosas palabras.
Me considero poeta, no porque escriba versos magistrales, ya que no es el caso, sino porque muy en mi interior, cuando me siento delante del portátil cada noche mezclando palabras que creen belleza, noto una fuerza inmensa, como si de un huracán se tratase, que me lleva a escribir; siento que al escribir, al utilizar el lenguaje, al tratar de buscar palabras bellas que expresen mi mundo interior, me siento completa.

Me considero poeta porque no puedo contemplar un atardecer sin sentir el cosquilleo que la belleza del crepúsculo incide sobre mí; porque si me asomo a un mirador y contemplo una bella ciudad, mil palabras vienen a mi mente queriendo convertirse en versos…

Me considero poeta porque ha sido poesía toda mi infancia, es poesía mi juventud y no tiene más remedio que surgir una poeta de entre tanta poesía…

Deseo decidido...

Tenía 16 años y comenzaron mis dudas sobre que estudiar y a qué dedicar mi vida. A los 11 le dije a mi padre que quería estudiar psicología y sus ojos se iluminaron de una forma que jamás podré olvidar. Una brillante mirada y expresión de desconcierto momentáneos y a la vez emoción. Pero por alguna razón, una infinidad de miedos e inseguridad ante un futuro incierto se apoderaron de mí y no sabía si elegir el camino del psicoanálisis o no.
Pero finalmente me decidí. Tenía yo unos 17 años y una sesión despejó cualquier atisbo de duda para lanzarme de lleno a cumplir mi deseo. Aquella sesión duró apenas unos minutos. Le dije a Hilario: “ya sé que quiero. Voy a estudiar psicología porque quiero ser psicoanalista.” Entonces él esbozó su leve y astuta sonrisa e incorporándose del sillón me dijo: “¡Eso es!”.

domingo, 13 de marzo de 2011

Confieso que he vivido



Estas memorias o recuerdos son intermitentes y a ratos olvidadizos porque así precisamente es la
vida. La intermitencia del sueño nos permite sostener los días de trabajo. Muchos de mis recuerdos se han
desdibujado al evocarlos, han devenido en polvo como un cristal irremediablemente herido.
Las memorias del memorialista no son las memorias del poeta. Aquél vivió tal vez menos, pero
fotografió mucho más y nos recrea con la pulcritud de los detalles. Este nos entrega una galería de
fantasmas sacudidos por el fuego y la sombra de su época.
Tal vez no viví en mí mismo; tal vez viví la vida de los otros.
De cuanto he dejado escrito en estas páginas se desprenderán siempre —como en las arboledas de
otoño y como en el tiempo de las viñas—las hojas amarillas que van a morir y las uvas que revivirán en el
vino sagrado.
Mi vida es una vida hecha de todas las vidas: las vidas del poeta.

lunes, 7 de marzo de 2011

La vie en rose



-Si le diera un consejo a una mujer, ¿cual sería?

-Que ame.

-¿Y a una jóven?

-Que ame.

-¿Y a una niña?

-Que ame...
-Edith Piaf-

martes, 1 de marzo de 2011

Poesía

Poesía es la pasión
que se escapa del corazón
para habitar en las palabras.

Poesía es sentir un latido
en el pecho escondido
que ansía mil batallas.

Poesía es un bello atardecer
que me hace enmudecer
a orillas de mi playa.

Poesía es el abrasador suspiro
en mis labios cohibido
por el eco de tus palabras…