martes, 27 de septiembre de 2011

Gracias Hilario

Paso por Calle Larios y no me atrevo a alzar la vista. Camino cerca del número 4 y una lágrima se empeña en aflorar...
Siento aún en el pecho el latido aquél inmenso que me producía el desvelado secreto. Sí, el secreto escondido bajo llave en la cárcel del inconsciente. No sabía yo que la llave la tiene uno mismo, pero no sabe nadie que la tiene, o no quiere saberlo. Y la llave emergía cual arco iris después de la tormenta; sin saber cómo, de repente la encontraba.
Siento aún dentro de mí ese deseo de conocer la verdad. Horrible, bella o angustiosa, ¡que más da si es la verdad! y él quería que yo la supiera y me transmitía el deseo de saberla.
Pienso que será sin usted la calle Larios, sin su refugio del saber, sin su refugio que destapa el enigma más enigmático que pueda existir, sin sus ojos abiertos como platos al escuchar, sin incorporarse del sillón inaugurando la llegada de grandes descubrimientos…
Pienso que será sin usted todo aquél que se cruzó en su camino y al que le tendió la mano de la esperanza. La mano que liberaba de las ataduras del no saber…
Pero soy un poco más libre gracias a usted, no dejaré que me atrape la dictadura del inconsciente. Un deseo irremediable por conocer la verdad alberga mi interior, mi corazón palpita con furia ante el deseo de conocerme.

Con cada arco iris era yo un poco más libre y ya nunca podrán atarme, no. Gracias.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Una lágrima

Una lágrima se asoma

al borde de mis párpados.

Sin quererlo se desploma,

siente un tierno cosquilleo y

de los recuerdos el aroma.


Piensa en vosotros,

y temblorosa os busca,

se acerca a mi mejilla

y resbala con dulzura.


Una lágrima corretea

por mis ojos soñadores;

añora aquel café,

añora aquellas canciones.


Una lágrima aparece

cuando menos me lo espero,

será que siente añoranza,

será que os echa de menos…

sábado, 3 de septiembre de 2011

Alfred Hitchcock



¿Quien no ha sentido vértigo con James Stewart, miedo ante un misterioso Anthony Perkins en "Psicosis", intriga por saber que sucede en la mente de Marnie la ladrona o nerviosismo porque un cadáver escondido puede ser descubierto por un criminólogo en "La soga"?

El que no haya visto nunca una película de Hitchcock no ha saboreado el placer del suspense, del misterio, y de lo que la mente humana esconde en lo más profundo de su inconsciente...
Hichcock rodó más de 50 películas, siendo para mí y para muchos críticos "Psicosis" la obra cumbre de su trabajo.
Anthony Perkins interpreta magistralmente a un hombre solitario que vive en el caserón situado frente al motel de carretera que éste regenta. En un ataque de celos hacia el amante de la madre, Norman Bates (Anthony Perkins) mató a los dos conservando el cadáver de su madre al que le dió vida él mismo...
Más de 50 películas y cortometrajes giran en torno a un misterio, ya sea un caso de asesinato sin resolver, un cadáver que hay que ocultar, una mente perturbada por un trauma infantil, sucesos extraños que se ven desde una ventana, una plaga de pájaros asesinos que llegaron de repente a una ciudad...infinidad de historias que en cada cinta hacen sentir un latido de incertidumbre y un deseo inevitable y ansioso de conocer que va a pasar.

Cuando descubrí a Hitchcock, sentí al ver sus películas una sensación difícil de describir.
Tal vez Hitchcock me devolvió en cierto modo a la infancia porque logra crear en mí una sensación parecida a la que había sentido de niña con la escritora Enid Blyton. Pasaba las horas leyendo sus libros, y al final de cada uno de ellos me sentía feliz, disfrutaba del libro como si yo misma me hubiera sumergido en las páginas y hubiera vivido la aventura en primera persona. Nunca más volví a sentir tan bonita emoción, pero llegó Hitchcock y lo consiguió...