martes, 17 de mayo de 2011

CIENCIA

Ciencia ¿a dónde vas

con ese aire portentoso

soberbio y poderoso

con que miras al pasar?


Ciencia, ciencia egoísta,

todo para tí lo quieres,

el cielo, el aire y los astros,

mis ojos, mi vida, mis sienes.


Pero dime ciencia perfecta,

ciencia que todo lo puede,

donde duerme aquí la célula,

aquí, en mi poema de nieve.


En mi poema de nieve,

blanco como tu bata,

con tu flor de narciso

atada en la solapa.


Ciencia podrás gobernar

el latido del corazón,

pero nunca tu sabrás

del latido su razón.


Ciencia, tal vez mi retina

algún día operarás

pero si ante el amor brilla

eso nunca lo medirás.


Así que ciencia perfecta,

arrodíllate con cortesía,

nunca podrán medir

tus números la poesía.

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