lunes, 16 de mayo de 2011

La verdad


Mi corazón latía,

la verdad se vislumbraba.

Como de un lejano sueño

el recuerdo se acercaba.


La verdad se resistía,

la llave se encasquillaba,

sin saber que lo sabía

en mi alma ella habitaba.


Desdibujado entre sueños

mi deseo me llamaba.

Sin saber o sin quererlo

mi recuerdo lo ignoraba.


Un carnaval de sentimientos

mi alma se inventaba,

y de la verdad, los cimientos

poco a poco yo enterraba.


Saber o no saber nada,

querer saber o no quererlo.

A la mentira encadenada,

encerrada en mi secreto.


Un deseo inaceptable,

un goce prohibido,

un dolor incalculable,

que se hallan escondidos.


Y hablar, hablar, hablar,

y de repente ser libre

y dejar de naufragar

En ese mar angustioso

que se nada al ignorar.

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